Mitos sobre la multitarea, ¿productividad o ineficiencia?
¿Te has sentido alguna vez como un/a malabarista intentando realizar múltiples tareas a la vez? #multitarea
En el -probable- caso de que tu respuesta sea afirmativa, ¿puedes recordar cómo te sentías mientras lo llevabas a cabo?
Porque, sí, el cómo te sentías ya te dará pistas sobre la efectividad de desarrollar varias tareas a la vez. Si tu sensación era parecida al agobio o estrés, difícilmente obtendrías un resultado óptimo. Pero no siempre es así; en ocasiones somos capaces de desarrollar múltiples tareas con un resultado óptimo.
¿Cuándo deberemos ser multitarea y cuando deberemos enfocar? A continuación, te damos algunas pautas que te ayudarán a elegir mejor
El foco como alternativa a la multitarea
La antítesis de la multitarea es el foco. Una sola tarea a la vez, sin distracciones, hasta acabarla. La gran mayoría de los estudios al respecto afirman que centrarse en una sola tarea nos permite tomar mejores decisiones, permanecer presentes en el momento y, lo que es más importante, producir mejores resultados.
La mente puede hacer varias cosas a la vez, pero lo que no puede hacer es poner foco en varias cosas a la vez. Es decir, no podemos conseguir un enfoque múltiple eficiente. Por ejemplo:
❌ No podemos escribir un artículo y resolver una ecuación a la vez
✅ Sí podemos cocinar y escuchar música a la vez
La clave está en el foco. En el primer caso hay dos tareas complejas que requieren foco. En el segundo caso hay dos tareas simples, que podemos realizar con el piloto automático. Otro ejemplo sería correr en elíptica y aprender inglés (viendo una serie subtitulada, por ejemplo). El foco sería sólo uno y estaría en la segunda tarea, siendo la primera totalmente mecánica. Habrá pérdida de eficiencia, pero probablemente esta será aceptable y nos compensará.
Iniciar sesión: la clave del foco
Cuando intentamos realizar dos tareas complejas a la vez no permitimos que el cerebro entre en el modo de pensamiento profundo. Los neurocientíficos explican que, cada vez que el cerebro cambia de actividad, debe iniciar sesión en el conjunto de reglas necesarias para completar esa tarea y, para resituarse, requiere de tiempo, energía y concentración.
Por lo tanto, si cambiamos de una tarea cognitivamente exigente a otra, no estaremos siendo eficientes por el desgaste y tiempo que supone retomarla. Además el hecho de hacerla rápida supondrá asumir un riesgo de equivocarnos y difícilmente lograremos resituarnos al 100% para llevarla a cabo o seguirla.
Multitarea vs foco: cómo elegir
En el mundo de hoy, donde el tiempo es esencial, es fácil entender por qué la multitarea es tan atractiva. Vivimos en una sociedad de ritmo rápido donde parece que debemos hacer muchas cosas a la vez para mantenernos en pie.
Así pues, la elección del foco como primera opción probablemente no será siempre viable. Pero siempre podremos elegir y precisamente ahí puede residir la clave del éxito. ¿Cuándo elegir una u otra? En la siguiente infografía encontrarás las claves para saber cuando es más idóneo optar por una solución u otra:
Conclusiones
La ciencia es tozuda y se inclina claramente por el foco. Se ha demostrado que la multitarea tiene muchos efectos negativos en nuestro cerebro y rendimiento. Utiliza más energía, causa estrés y aumenta nuestras posibilidades de cometer errores o no tener toda la atención que necesitamos para concentrarnos en una tarea. También puede ser contraproducente cuando se trata de completar tareas cognitivamente exigentes, ya que el cerebro necesita cambiar constantemente de una tarea a otra, lo que lleva a una sensación de agotamiento mental.
Si bien la multitarea puede estar bien para tareas cortas que no requieren una concentración completa o no son muy exigentes cognitivamente, no es la mejor manera de completar tareas importantes. Cuando nos centramos en una tarea a la vez, somos capaces de dedicar realmente nuestra atención y energía a esa tarea, aumentando nuestro rendimiento y eficiencia en tareas complejas.
En contraste con la multitarea, centrarse en una tarea a la vez ha demostrado ser mucho más efectivo. Cuando nos enfocamos en una tarea, podemos dedicar toda nuestra energía y atención a esa tarea, y como resultado, lo hacemos más rápido y con más precisión. Al centrarnos en una tarea, también somos capaces de concentrarnos mejor y absorber lo que estamos aprendiendo o trabajando, facilitando así nuestro aprendizaje y favoreciendo nuestro trabajo de memoria.
Además, evitamos perder el tiempo reposicionándonos para ser productivos, ya que ya tenemos todo el enfoque y la atención que necesitamos para completar la tarea. En conclusión, la multitarea no es la forma más efectiva de trabajar. La multitarea puede ser útil para tareas cortas que no requieren concentración total, pero para tareas largas que requieren concentración y concentración intensas, es mejor concentrarse en una tarea a la vez. Esto nos permitirá amortizar nuestra energía, aumentar nuestro rendimiento y eficiencia, y facilitar nuestro trabajo de aprendizaje y memoria. Así que la próxima vez que te encuentres multitarea, recuerda que puede ser más productivo centrarse en una tarea a la vez.
Como dijo Gary Keller,
“Puedes hacer dos cosas a la vez, pero no puedes enfocarte de manera efectiva en dos cosas a la vez”
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