Smart working, el nuevo teletrabajo
Smart working, el teletrabajo se ha convertido en el modelo preferido para una gran mayoría de los trabajadores actuales.
La gestión de los equipos de trabajo está en una encrucijada. El mundo híbrido está cambiando las reglas del juego.
Por un lado, el teletrabajo se ha convertido en el modelo preferido para una gran mayoría de los trabajadores actuales. Por otro lado, el Smart working está ganando terreno como una forma innovadora de abordar el trabajo.
Pero ¿cuáles son realmente las diferencias entre ambos? A continuación, las exploramos para saber cómo pueden afectar la gestión de los equipos y las personas.
Teletrabajo
Aunque pueda parecer algo reciente, el teletrabajo se empieza a desarrollar con la aparición de Internet. En los años 90 del siglo pasado empiezan a despuntar algunos modelos flexibles que finalmente llegan durante la última década a muchas organizaciones.
No es sin embargo hasta la irrupción de la pandemia cuando el teletrabajo se generaliza en prácticamente cualquier organización y sector.
¿Cuáles son sus principales características?
- Se realizan las labores fuera del sitio habitual de trabajo, aunque es necesario realizar el trabajo dentro de las horas de la jornada laboral.
- Va fuertemente relacionado al uso de TICs, ya que el proceso productivo se realiza mediante el uso y soporte de dichas tecnologías de información.
- Modifica la organización de los métodos tradicionales de trabajo, donde el empleado se ve obligado a adoptar modelos negocios basados en SOHO (Small Office, Home Office – Pequeña oficina, oficina en casa).
A pesar de no ser un modelo válido para todas las organizaciones y/o sectores, su implantación hoy en día es indiscutible, especialmente en modelos híbridos flexibles que combinan jornadas presenciales y remotas.
Un reciente informe publicado por Accenture desvela que el 83% de los trabajadores defiende que el modelo de trabajo híbrido es el óptimo. Un modelo en el que las personas pueden desempeñar sus responsabilidades de forma remota entre el 25% y el 75% del tiempo.
Smart working
Podríamos definirlo como una evolución del anterior, un teletrabajo 360º. ¿Por qué? Veamos sus características principales:
- Busca fomentar el cumplimiento de objetivos por parte del trabajador, en vez del cumplimiento de las horas laborales.
- Se trabaja de forma remota, sin importar el lugar.
- Requiere conocer ampliamente los objetivos trazados para ser alcanzados.
- Se debe tener en cuenta el tiempo con el que se dispone para lograrlos.
- Se necesita contar con la tecnología necesaria para estar conectados, en especial una buena conexión a internet.
Podríamos decir que es una idea evolucionada del teletrabajo, que propone una gestión más eficiente de las personas con el objetivo de aumentar su productividad, su satisfacción y facilitar la conciliación entre el trabajo y la familia.
Diferencias entre Teletrabajo y Smart working
El smart worker puede planificar su día a día acorde a su conveniencia, y aprovechar los tiempos muertos para avanzar en su trabajo (mientras espera en el aeropuerto o en un restaurante).
En cambio, el teletrabajador debe apegarse a las imposiciones de la empresa en cuanto al horario laboral, manteniéndose conectado vía online durante la misma cantidad de horas como si fuese un trabajo presencial. Esta situación le impide trabajar desde distintos lugares o momentos a lo largo del día.
El Smart working supone un enfoque más flexible que permite a los trabajadores elegir su lugar y horario de trabajo. La idea es ofrecer a los trabajadores la libertad de trabajar desde donde y cuando lo deseen, siempre y cuando cumplan con sus responsabilidades y objetivos. Es un enfoque más holístico del trabajo que tiene en cuenta no solo el entorno físico, sino también la salud mental y emocional del empleado.
¿Está tu organización preparada para el Smart working?
Ni todas las empresas ni equipos tienen la posibilidad de implantarlo ni tampoco muchas veces el nivel de madurez necesario para ello. En función de la cultura corporativa puede ser más o menos complejo.
Aquí tienes las 7 claves de una implantación exitosa:
- Reglas claras. Es importante establecer una política de Smart working que incluya las expectativas y los requisitos de la empresa, así como los derechos y responsabilidades de los empleados.
- Flexibilidad y confianza. La empresa debe confiar en que sus empleados serán productivos y cumplirán con sus responsabilidades, mientras que los empleados deben demostrar su compromiso con su trabajo.
- Comunicación efectiva. La comunicación es clave para el éxito del Smart working. Es necesario establecer canales de comunicación claros y efectivos para garantizar la colaboración y el seguimiento de los proyectos.
- Recursos y herramientas. La organización debe proveer los recursos necesarios para poder trabajar en remoto de forma eficaz y eficiente, así como las herramientas que permitan coordinar vía online los equipos.
- Formación y capacitación: Es imprescindible capacitar a los empleados en las herramientas y técnicas necesarias para trabajar de manera efectiva de forma asíncrona.
- Equilibrio entre trabajo y vida personal. El Smart working debe fomentar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal de los empleados, lo que contribuirá a un ambiente de trabajo positivo y motivador.
- Monitorización y evaluación. El Smart working debe poder medirse y evaluarse para asegurar que se cumplen los objetivos pactados y se resuelven los desafíos planteados.
El Smart working tiene muchas ventajas, aunque también tiene riesgos. Antes de dar este paso, las organizaciones deben asegurar que podrán cumplir con las expectativas de todas las partes implicadas y garantizar un marco de trabajo que asegure el éxito de su implantación.
¿Está tu organización preparada?